DIOS ESTA PRESENTE EN TIEMPOS DIFICILES
En estos tiempos, las noticias que nos llegan por todo tipo de fuentes y de manera constante, se dedican a mostrarnos las calamidades que suceden por todo el mundo. Y, así mismo, de forma personal o en nuestro ambiente familiar o cercano, también experimentamos momentos difíciles: pérdida de empleo, escases de recursos, discusiones de pareja, problemas con los hijos, y muchos otros retos que pueden llegar a nuestra vida inesperadamente.
Como cristianos, tenemos las promesas de nuestro Padre Quien ha prometido estar con nosotros siempre, y, sobre todo, en esos tiempos difíciles. Podemos y debemos entonces descansar en Él.
Entendamos, aceptemos y apliquemos esta verdad a nuestra vida: Dios ya sabe lo que pasará a Sus hijos antes de que nosotros que la enfrentemos.
- Nada escapa a Su mirada:
“13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (Hebreos 4:13)
- Él puede ver en la oscuridad que nos cubre en los momentos difíciles, como si estuviéramos a la luz del día.
“11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.” (Salmos 139:11-12)
A través de Su Espíritu nos ofrece, consuelo, fortaleza, y sabiduría para perseverar sin alejarnos de Su Camino.
Para comprobarlo con la Palabra de Dios, podemos por ejemplo, analizar la vida de José, hijo de Jacob. Después de ser despreciado, rechazado y vendido por sus propios hermanos, también fue acusado falsamente por la esposa de su jefe y encarcelado por un delito que no cometió. Pero, en medio de todos estos tiempos terribles, este joven experimentó la Presencia de Dios en su favor.
Es imposible que José comprendiera las intenciones o los planes de Dios mientras fue esclavizado y estuvo en prisión. Pero después, cuando fue nombrado segundo al mando del Faraón, pudo ver y entender los propósitos de Dios para permitir que él sufriera situaciones tan difíciles, durante tantos años. Al final, José testificó lo que Dios le demostró. Aunque sus hermanos quisieron lastimarlo y causarle mucho mal, Dios lo usó para cumplir Sus buenos planes para Su pueblo. (Génesis 45:4-8; 52:20)
Cuando los problemas llegan a nuestra vida, recordemos las verdades y promesas de nuestro Señor y llenemos nuestro corazón de ellas. El Espíritu Santo que mora en el creyente tiene en Sí Mismo los recursos para proveernos de todo lo que necesitemos, nos equipará para la batalla, y nos sostendrá con Su Presencia a través de los días oscuros.
Nada puede estropear ni detener a nuestro Todopoderoso Dios para que Él cumpla todos y cada uno de sus planes y propósitos en tu vida.