NOTAS DEL SERMÓN: INSTRUCCIONES DE DIOS PARA LA FAMILIA

¿En quién o en qué se basa para educar, guiar y aconsejar a sus hijos?

El mundo en general dice que no hay un manual de instrucciones para educar a nuestros hijos, pero el mundo se equivoca. El instructivo perfecto para evitar familias disfuncionales está en la biblia.

El problema es que tristemente la gran mayoría de las personas no creen en la biblia y, la otra parte, aunque se autodenominen cristianos no estudian la biblia o ni la consultan para saber cómo guiar y educar a sus hijos y los hijos no se preocupan por saber cómo quiere Dios que traten a sus padres.

Al no tomar en cuenta las instrucciones de Dios, los padres educarán a sus hijos de acuerdo con cómo fueron educados por sus padres. Harán algunos cambios de estilo que ellos consideran como “mejoras” pero en realidad, al aplicar sus experiencias y sus propios criterios sin duda se equivocarán y terminarán formando familias disfuncionales porque el papá tendrá su propio estilo y la mamá también tratará de imponer el suyo. Al final, los hijos crecerán en un total desconcierto de a quién hacerle caso y, por ello, tarde o temprano, decidirán no hacerle caso ni al papá ni a la mamá.

En el mensaje de hoy estudiaremos las instrucciones que Dios nos dejó tanto a los padres como a los hijos para formar una familia de acuerdo como Él la diseñó.

• La primera instrucción es mejor y más efectiva si la cumplimos ANTES de elegir a nuestra pareja. Esta es: Aceptar y confesar a Cristo como nuestro Dios, Rey, Señor y Salvador. Porque si hacemos esto, le daremos a Dios la oportunidad de ser Él Quien elija para nosotros a la pareja perfecta. Si tanto el hombre como la mujer son verdaderamente cristianos tienen la certeza de que Dios los guiará a encontrar la persona idónea y también los mantendrá unidos por el resto de sus vidas. De no hacerlo así, su matrimonio estará en riesgo de conflictos constantes por su forma diferente de pensar. (2ª a Corintios 6:14-15)

Ahora, si usted es creyente y ya está casado o casada con una persona incrédula, la instrucción es a mantenerse unidos y a esforzarse doblemente para que sus hijos también sean creyentes (santificados). Esta será su mayor responsabilidad. (1ª a Corintios 7:10-16)

• La segunda es tener su propio hogar: (Génesis 2:24) Si Dios lo instruye así, eso es lo que debemos hacer.
• La tercera es el orden jerárquico que debemos seguir: (Efesios 5:22-26a)
• La cuarta es la obligación y responsabilidad de asegurarse, como pareja, que sus hijos cumplan la primera instrucción a la edad más temprana posible. Y eso solamente se logra si ambos, padre y madre, viven y se comportan como verdaderos cristianos y con su ejemplo y testimonio llevan a cada uno de sus hijos al conocimiento y aceptación de Jesús como el Dios de sus vidas: (Deuteronomio 6:1-2, 5-9; Proverbios 22:6)

• La quinta es a ser sabios en la educación y disciplina amorosa con nuestros hijos: (Proverbios 13:24; 22:15, 23:13-14; 29:15; Efesios 6:4)
• La sexta es para los hijos: (Proverbios 23:17-22; Efesios 6:1-3)

CONCLUSIÓN

Las instrucciones de Dios para la familia son sencillas y fáciles de cumplir. El problema es que no las conozcamos o que las sepamos y nos neguemos a seguirlas.

Cada vez que el padre, la madre, o alguno de los hijos, quiera vivir tomando en cuenta sus propios criterios o siguiendo las enseñanzas de otros seres humanos, o adoptando alguna moda o filosofía del mundo, el fracaso está garantizado.

Si deseamos un matrimonio estable, en el que no abunden los desacuerdos sino una relación en paz y contentamiento, si queremos que nuestros hijos sean obedientes y respetuosos y que nunca abandonen a sus padres, la única forma de lograrlo es que todos tengan un mismo Dios, una misma fe y que todos vivan siguiendo y cumpliendo las instrucciones que nuestro Padre Celestial nos dejó en Su Palabra.

Si nuestra pareja también es creyente, y, si nuestros hijos son creyentes, los hijos de nuestros hijos tendrán mayores posibilidades de ser creyentes también. Si algún miembro de tu familia no es creyente, aún estás a tiempo.

Esfuérzate por cumplir estas instrucciones y así lograrás tener una familia conforme al diseño de Dios.

Recuerda que Jesús nos pedirá cuentas respecto de lo que hicimos o dejamos de hacer por la salvación de nuestra pareja y de nuestros hijos.