GOZO EN LA PRESENCIA DE DIOS

11 Me mostrarás la senda de la vida;

En tu presencia hay plenitud de gozo;

Delicias a tu diestra para siempre.”  

(Salmos 16:11)

En el versículo de hoy el salmista demuestra su absoluta confianza y certeza en el cumplimiento de las promesas que Dios hace a Sus hijos.

Este pasaje también enseña que para nosotros, como hijos de Dios, el deleite de la Presencia de nuestro Padre celestial es algo que no nos es posible medir ni comparar con alguna otra experiencia agradable y que además siempre está a nuestro alcance.

Para ayudarnos a apreciar este profundo gozo espiritual, pensemos en el placer que obtenemos de una fuente más cotidiana, por ejemplo: un jardín de verano. En plena floración, un lecho de flores puede ser un estallido de color, con variaciones de verde, rojo, amarillo, morado, blanco y más. Las flores desprenden fragancia en un aire que a menudo está lleno de cantos de aves. Es un regalo para nuestros sentidos.

Pero el deleite en la Presencia de Dios en nuestra vida supera el de cualquier experiencia humana. En Él, dice el salmo, encontramos “plenitud de gozo”.

Además, Su bondad no depende de las circunstancias; siempre está accesible, incluso cuando la vida esté llena de preocupaciones y dificultades.

La Presencia de Dios y las bendiciones que trae consigo perdurarán por toda la eternidad. Pero cultivar un corazón de gratitud, oración y adoración puede ayudarnos a experimentar un aún más profundo deleite en el presente.

Acérquese a Dios para descubrir el auténtico gozo.

 

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