Son nuestros enemigos porque nos hacen daño, nos lastiman, nos engañan, nos utilizan para sus propios intereses, pero, sobre todo, nos apartan de Dios.

Ahora, es necesario entender que si usted no ha aceptado y confesado a Jesucristo como su Dios, Rey, Señor y Salvador, estará en estas batallas completamente solo y jamás podrá vencer a ninguno de estos enemigos.

Por otra parte, si usted ya es hijo de Dios, pero no ha rendido su vida a Él, es decir, ya es cristiano pero NO es seguidor de Cristo, ni le sirve en ningún ministerio, usted está en gran desventaja contra estos enemigos y tampoco podrá vencerlos.

Pero, si usted no sólo es hijo de Dios sino un siervo activo y seguidor de Cristo, entonces nunca estará solo en esta guerra. Dios, a través de Su Santo Espíritu peleará sus batallas y seguramente, si duda alguna, lo llevará a la victoria.

En conclusión, nunca venceremos a estos enemigos si luchamos contra ellos con nuestras propias fuerzas. Por más que lo intentemos, siempre seremos derrotados.

1. El diablo:

“⁸ Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; ⁹ al cual resistid firmes en la fe,”    (1ª de Pedro 5:8-9)

Jesús venció a satanás en la cruz, pero el diablo aún no está atado. Prueba de ello son los siguientes versículos:

“¹¹ para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.”   (2ª a Corintios 2:11)

“¹¹ Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”   (Efesios 6:11)

“²⁴ Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; ²⁵ que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, ²⁶ y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.”   (2ª a Timoteo 2:24-26)

La instrucción para poder vencer a este enemigo es: “resistid firmes en la fe, …” 

La fe en que Dios Es Fiel y nos ayudará a lograr la victoria: ^“13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”   (1ª a Corintios 10:13)

2. El mundo:

“⁴ ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ⁵ ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? ⁶ Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. ⁷ Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. ⁸ Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”    (Santiago 4:4-8)

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. ² No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”   { Romanos 12:1-2}

3. La carne:

” ⁵ Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. ⁶ Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. ⁷ Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; ⁸ y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.”   (Romanos 8:6-8)

“¹⁸ Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. ¹⁹ Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.”   (Mateo 15:18-19)

“⁸ El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. ⁹ Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. ¹⁰ En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.”   {Cf. 1ª de Juan 3:8-10} 

NOTA: Arrepentimiento = Dar vuelta atrás, afligirse, apenarse, reformarse.

 CONCLUSIÓN

Sea usted cristiano o no, crea usted en Dios o no, debe entender que estos enemigos están luchando contra usted todos los días y a todas horas, los tres al mismo tiempo. Estamos en una lucha constante, incesante, sin tregua. No hay punto de reposo.

Y si no entendemos que es imposible vencerlos sin el Poder del Espíritu Santo y que este Poder solamente se manifiesta cuando somos hijos de Dios y le servimos, seguramente perderemos todas nuestras batallas.

No solo se trata de aceptar y confesar a Cristo como nuestro Dios, Rey, Señor y Salvador, sino de servirle y seguirle porque solamente así, se manifestará el Poder del Espíritu Santo en nuestros corazones.

“¹⁵ No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. ¹⁶ Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. ¹⁷ Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”   (1ª Juan 2:15-18)