Back to series

Preocuparnos por lo que puede pasar nos hace perder la paz, la templanza, la seguridad y además demuestra falta de fe en que Dios está en control de todo. Así es como satanás nos quiere mantener, preocupados por lo que sucede en el mundo para que no podamos concentrarnos en servir a Dios y hacer Su voluntad.

Por otra parte, si vivimos preocupados, si demostramos una actitud de incertidumbre o, simplemente, de falta de paz, nuestro testimonio puede provocar que las personas que nos vean no quieran conocer a Jesús.

Todo esto sucede porque desconocemos o nos olvidamos de cuál es NUESTRA POSICIÓN EN CRISTO y quienes somos para ÉL. Así que es importante que entendamos nuestra realidad. Primero veamos estas tres verdades:

  • Dios está en nosotros.                 (Juan 14:19-20)
  • Dios es por nosotros.                   (Romanos 8:31)
  • Dios vive a través nosotros.      (Gálatas 2:20)

Con esto en mente veamos ahora que efecto producirá en nosotros comprender NUESTRA POSICIÓN EN DIOS:

  • Sentido de Valor.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”   (Romanos 5:8-11)

Si valgo tanto para Dios y si Dios me ama tanto como para sacrificar a Su único Hijo para morir en la cruz y así darme entrada al cielo, ¿por qué debiera sentirme menos que los demás o por qué pongo atención en la vida de otros? Sobre todo, ¿de aquellos que no son hijos de Dios?

  • Sentido de Pertenencia = Somos Suyos.

14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”   (Romanos 8:14-17)

  • Sentido de Aptitud.

14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”   (Efesios 3:14-21)

El Espíritu Santo me capacita para hacer todo lo que nuestro Dios Omnipotente quiera lograr a través de mí. Ésta sola verdad debiera ser suficiente para producir un sentimiento de seguridad, de saberme apto y capaz de lograr cualquier tarea que Él me llame a hacer, así como para resistir y salir victorioso ante cualquier calamidad o prueba que tenga que enfrentar.

Ahora, quiero que analicemos el versículo de Efesios 3:20 desde otra perspectiva:

De acuerdo con este versículo entendemos que el Espíritu Santo tiene el poder suficiente para transformar nuestras vidas desde adentro hacia afuera, pero el cambio en nosotros es un proceso a veces lento, y esto tiende a desesperarnos. Por eso es que, la enorme sabiduría de Dios le llama FRUTO del Espíritu, porque cualquier fruto lleva tiempo para crecer y madurar. Es por ello que debemos tener fe y paciencia y estar convencidos de que Dios está trabajando en nosotros aun cuando no veamos los resultados de inmediato. Recordemos que Dios NUNCA tiene prisa y jamás renunciará o claudicará a su objetivo primordial que es, conformarnos a la imagen de Su Hijo Jesús.   (Romanos 8:29)

CONCLUSIÓN

Cuando nos dejamos influenciar por las circunstancias, o por nuestros temores y frustraciones, tomamos decisiones equivocadas, nos sentimos amargados, tristes e incluso las preocupaciones pueden llegar a enfermarnos.

Así que, sabiendo entonces que Cristo está, vive y actúa en mí; que soy hijo de Dios, que me ama y soy muy valioso para Él, y que Su Santo Espíritu me da la capacidad para lograr todo, la pregunta final es: ¿Qué quisieras ver que el Señor haga contigo?

Al leer la Biblia, busca cualidades de los hombres de Dios, especialmente de Jesús, elige UNA a la vez, y pídele a Dios que trabaje contigo para que se conviertan en parte de tu forma de ser y de vivir.

O, elige UNA de las virtudes mencionadas como fruto del Espíritu. Empieza por la que sabes que más falta te hace. Después, confía en sus promesas de que El hará cosas más grandes y maravillosas de las que pudiéramos pedir o imaginar.

Memoricemos el siguiente versículo y pongamos toda nuestra fe en que Dios cumplirá esta promesa:

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”   (Jeremías 33:3)

Print your tickets