SALVACIÓN ETERNA. ¿PODEMOS ESTAR SEGUROS?

“Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son  gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”   (1ª de Juan 5:1-13)

Nuestro amoroso Padre Celestial quiere que tengamos la certeza de la salvación eterna a través de Su Hijo Jesucristo. Cómo podemos estar seguros?

  1. Por la muerte y resurrección de Cristo: Porque Jesús nunca pecó, cumplió todos los requisitos para actuar como nuestro sustituto y tomar nuestro lugar en la cruz. Al morir por nosotros, Él pagó por todos nuestros pecados y terminó la obra necesaria para asegurarnos la salvación eterna. (Juan 19:30)
  2. Por las promesas de Jesús: Nuestro Señor nos aseguró que pasaremos la eternidad en Su Presencia. Él prometió que nunca estaríamos separados de Él y que absolutamente nadie podría arrebatarnos de Su mano. (Juan 10:28) Además subió a la Diestra de Dios Padre para prepararnos un hogar y prometió que regresará por nosotros. (Juan 14:2-3)
  3. Por el Poder del Espíritu Santo: La Presencia del Espíritu de Dios viviendo en el interior de cada creyente es una razón más para darnos la certeza de la salvación eterna. El Espíritu Santo actúa como un sello divino, garantizándonos que le pertenecemos al Señor y dándole sustento a la promesa de que estaremos en el Cielo con Él. (2ª a Corintios 1:21-22)

La Palabra de Dios está llena de promesas de que todos aquellos que han recibido y confesado a Jesús como su Dios, Rey, Señor y Salvador, pasarán la eternidad con El. Si ha usted le asalta alguna duda, entonces medite en las Escrituras y pídale en oración al Espíritu Santo que le guíe hasta tener un completo entendimiento bíblico de la salvación eterna que Dios Padre, a través del sacrificio de Su Hijo Jesucristo, nos ofrece y nos garantiza.

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