“²² Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. ²³ Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. ²⁴ Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. ⁵ Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. ²⁶ Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. ²⁷ Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. ²⁸ Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso; ²⁹ Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza; ³⁰ Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas. ³¹ Porque el Señor no desecha para siempre; ³² Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; ³³ Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres. ³⁴ Desmenuzar bajo los pies a todos los encarcelados de la tierra, ³⁵ Torcer el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo, ³⁶ Trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba. ³⁷ ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?”   (Lamentaciones 3:22-27)

• ¿De quién o de qué depende que recibamos lo que merecemos?
• Si analizaras lo que has hecho hasta hoy con tu vida: ¿Qué crees merecer?
• ¿Hay situaciones, experiencias o circunstancias por las que has tenido que pasar en las que crees no haber recibido lo que merecías?
• ¿En qué basamos nuestro juicio para determinar lo que creemos merecer?

Como seres humanos, la realidad es que en todo lo intentamos normalmente esperamos obtener el mejor resultado posible puesto que consideramos haber hecho nuestro mejor esfuerzo, trabajo o planeación para que así sucediera. Muchas veces, cuando el resultado no es lo que esperábamos obtener, sentimos que hemos sido tratados injustamente y tendemos a desmoralizarnos.

Por otra parte, la realidad es que todo lo que hay debajo del sol, está controlado por nuestro Creador. Por lo tanto, para obtener el mejor resultado posible, lo que seguramente Dios quiere que tú y yo logremos, debemos buscar Su Dirección en Su Palabra, y seguir los principios que Él estableció:

1. Nunca obtendrás el mejor resultado si actúas conforme a lo crees tener:

Inteligencia, habilidades, capacidades, familia acomodada, bienes propios, amigos con “poder”.   (Isaías 30:1-2; 31:1-2; Jeremías 17:5){Cf. Salmos 118:8-9; 146:3-4} = a tesoros en la tierra…

Pero sí lo obtendrás si actúas conforme a lo que Dios te ha dado: (Dones) (Romanos 12:6-7) {Cf. 1ª de Pedro 4:10} = a tesoros en el cielo…

2. Nunca obtendrás el mejor resultado si actúas conforme a lo que crees saber:

Estudios, preparación, experiencia, filosofías, idolatrías, hechicerías. (Proverbios 1:24-33) (Colosenses 2:8)

Pero sí lo obtendrás si actúas conforme a lo que Dios te ha enseñado en Su Palabra: (Sabiduría)   (Proverbios 1:7; 2:1-12; 9:10)

3. Nunca obtendrás el mejor resultado posible si actúas conforme a lo que piensas de ti mismo: (Proverbios 16:18; Romanos 12:3)

Pero sí lo obtendrás a si actúas humillándote ante Aquel que te creó:  (Lucas 14:11; Santiago 4:10; 1ª de Pedro 5:6)

Nunca obtendrás el mejor resultado posible si actúas conforme a lo que crees merecer. Porque, si Dios te diera lo que mereces…

“Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.”   (Salmo 103:8-14)