La absoluta soberanía es una virtud que le corresponde únicamente a nuestro Dios y Señor. Tiene muchos significados: Imperio, mando, dominio, Señorío, Autoridad, Poderío, Gobierno, Influencia, Superioridad, Supremacía, Reino, Majestad, Magnificencia, Excelencia, Alteza. Independencia, Autonomía, Libertad, Albedrío.
En el Edén, satanás presenta a Dios como tirano y engaña a Eva y a Adán para que ellos mismos descubran que, en el corazón de todo ser humano, existe el deseo de ser superior a los demás, el mejor, el primero, el líder, alguien a quien envidien o quieran imitar, el de mayor poder o rango de autoridad sobre todos.
Lo que satanás pretende es que usted y yo actuemos precisamente igual que él, con orgullo y soberbia (Isaías 14:11-14) buscando primero que nada nuestro propio bienestar y preocupándonos por obtener lo que queremos a costa de lo que sea.
Cuando caemos en esa actitud negamos la Soberanía de Dios sobre nuestras vidas, intentando ser nuestro propio soberano.
La Palabra de Dios nos enseña a través de cada libro, Quién es nuestro Soberano y prueba Su Existencia aún antes de la creación del universo:
Génesis: El Creador
Éxodo: Interviene y salva a Su pueblo
Levítico: Es Quien establece cómo quiere ser adorado
Números: Mantiene y cuida a Su pueblo
Deuteronomio: Su ley es para toda la humanidad
Apocalipsis: Nuestro Dios Reina
Incluso la salvación fue establecida antes de que el hombre pecara, por la propia Soberanía de Dios:
Quién es el autor de nuestra salvación? Jesús.
“21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:21)
“11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.” (Mateo 18:11)
Cómo? Mediante el pago de un rescate.
“5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1ª a Timoteo 2:5-6)
Cuándo? En el tiempo de Dios Padre.
“4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” (Gálatas 4:4)
¿Quién es el verdadero soberano en su vida?
Los que reconocemos a Dios como nuestro Padre, entendemos que no viviríamos si no fuera ese Su Deseo Soberano, y sabemos también que moriremos en el momento preciso que Él así lo decida. De modo que, si la seguridad y la eternidad de la salvación descansan en la sola Soberanía de Dios, ¿cuánto más debiera ser Él, el Soberano en cada pensamiento, en cada sueño o meta, en cada paso que damos, en cada decisión y en cada día de la vida que Él en Su Soberanía nos permite disfrutar?