TU TESORO ESCONDIDO

44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.”   (Mateo 13:44)

¿Cuándo buscas más a Dios: Cuando las cosas van bien, muy bien, mal, o muy mal?

Por ejemplo, cuando todo parece ir bien o muy bien debes examinarte a la luz de la biblia y preguntarte si estás siendo fiel al Señor en todas las áreas de tu vida:

  1. En la asistencia a la iglesia? (Solo llegas al sermón?; Una hora a la semana te parece demasiado?; Te vence el sueño durante la predicación?)
  2. Sirviendo con tus dones? (Estás activamente cumpliendo tu ministerio?)
  3. En tu tiempo devocional? (Es intermitente o constante?)
  4. En tu tiempo de oración? (Algunos días no tienes tiempo para orar?; tus oraciones son de corta duración?; mucho por pedir y poco qué ofrecer?)
  5. Estás creciendo espiritualmente? (Quien te conoce puede ver que has cambiado)
  6. Estás haciendo discípulos? (Es decir, estás compartiendo tu tesoro?)
  7. En tus finanzas? (Diezmos, ofrendas, ayuda a hermanos en la fe)

Si fallas en varios de los aspectos anteriores y aun así te está yendo bien, ten mucho cuidado porque es probable que tu bienestar no provenga de Dios (Mateo 4:8-10) y que más bien te está alejando de Su voluntad y convirtiéndote en un “siervo inútil” que se avergonzará de llamarse a sí mismo “cristiano”. De ser así y, si en verdad eres hijo de Dios, Él no tardará en disciplinarte.   (Hebreos 12:5-8)

32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”  (Lucas 12:32-34) {Cf. Mateo 19:21-22; Marcos 10:21-22}

Por otra parte, cuando todo parece ir mal o muy mal, además de confrontarte con los siete puntos anteriores, debes examinar si estás siendo fiel al Señor en todas las áreas de tu vida y hacerte las siguientes preguntas:

  1. Estoy aceptando y sometiéndome de todo corazón a la voluntad de Dios?
  2. Estoy tratando de “ayudar” a Dios a sacarme de mis problemas?
  3. Estoy confiando en alguien que no es Dios? (en mí mismo, en parientes, amigos, o gente con “dinero o poder”)
  4. Estoy viviendo en pecado o tengo algún pecado no confesado?

35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.”   (Mateo 12:35)

RECUERDA:

Aquello que atesoramos lo escondemos en nuestro corazón, pero, aunque esté ahí escondido, todo el mundo lo podrá notar por nuestra forma de ser, actuar, hablar, etcétera. (Mateo 12:36-37)

Para que otros puedan encontrar el tesoro que hay en tu corazón, lo tienes que compartir.

 CONCLUSIÓN

La respuesta normal e instantánea de un verdadero cristiano respecto de cada cuándo busca a Dios es simple y se resume en una palabra: SIEMPRE!

Es decir que el deseo, determinación y acción de buscar a Dios no está sujeto ni depende de ninguna circunstancia, sino del reconocimiento de un corazón que sabe que todos los aspectos de su vida están bajo Su Señorío, y además depende de y está sustentada por su Creador.

Print your tickets