Saulo de Tarso fue un hombre que se planteaba un objetivo y no cesaba hasta lograrlo. Después de su conversión, Pablo cambió sus metas, pero no dudó en dedicar su vida a conseguir cada una de ellas. Cuando analizamos su ministerio, podemos distinguir algunas de ellas que se hicieron obvias:
- Conocer a Cristo. (Filipenses 3:8)
- Permanecer en Su poder. (Filipenses 3:9)
- Participar de Sus padecimientos. (Filipenses 3:10)
- Predicar el evangelio. (1ª a Corintios 1:17)
Sin importarle todos los sufrimientos que experimentó, las cárceles, los azotes, el ser apedreado, rechazado, insultado, ridiculizado, nada de eso lo apartó del camino que se había trazado para obedecer el llamado de Dios.
Al hacerlo, alineó sus aspiraciones con las del Señor, trabajó diligentemente para cumplir su llamamiento y perseveraba a pesar de la oposición, la persecución y el sufrimiento. Podía enfrentar el final de su vida con confianza, y con la certeza de saber a dónde iría al morir:
“6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” (2ª a Timoteo 4:6-8)
Creo que a muchos cristianos, sino a todos, nos gustaría poder decir lo mismo al final de nuestras vidas, pero eso significa que tenemos que seguir el ejemplo de Pablo.
Permíteme entonces preguntarte ¿Cómo te va estableciendo metas para tu vida? ¿Has pensado más allá de lo inmediato y establecido algunos objetivos a largo plazo?
Nuestra cultura es tan acelerada que pocos de nosotros nos tomamos el tiempo para considerar realmente a dónde vamos. Pero no creo que quieras terminar tu vida y descubrir que estabas siguiendo un camino que no fuera el de Dios, peleando la pelea equivocada y luchando por mantener la fe.
¿Por qué no reservar algo de tiempo esta semana para estar a solas con el Señor, específicamente para pedir Su ayuda en la definir tus propósitos de vida?
Considera cada área de tu vida (personal, relacional, financiera y vocacional), pero has de las metas espirituales tu énfasis principal y escríbelos.
Si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás recibiendo lo que estás recibiendo. Es hora de salir de tu rutina y encontrar un nuevo camino. Es Dios te ayudará a cambiar de dirección y a lograr nuevas metas que estén en perfecta armonía con Su voluntad.
No te conformes con la mediocridad de una vida no planeada. Empieza a vivir con propósitos definidos con la dirección de Dios.