“3 En el día que temo, Yo en ti confío. 4 En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? … 11 En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Salmos 56:3-4; 11)
¿Podemos encontrar en la biblia, alguna expresión que tenga un significado profundo y nos dé directrices seguras para enfrentar la adversidad como cristianos?
Todos sabemos que es imposible vivir en este mundo sin nunca enfrentar adversidad, dudas, incertidumbre, confusión y aún temor. Las Sagradas Escrituras no solo abordan estos temas sino que nos advierte acerca de que estaremos expuestos a todo ello. La respuesta correcta en esos momentos de dificultad es admitir nuestro temor ante el Señor y confiar totalmente en que Él hará que el resultado final de cualquier situación produzca gloria a Su Nombre y bienestar para Sus hijos.
Demasiadas personas tratan de “disculpar o excusar” a Dios de la responsabilidad cuando se enfrentan a un obstáculo que parece invencible o insuperable. Lo que muchas veces fallamos en reconocer, es que Dios tal vez desee usar esa prueba o circunstancia para moldearnos en la persona que Él quiere que seamos.
La adversidad es una oportunidad para que Dios purifique y fortalezca nuestra fe. Porque solamente Dios es el Soberano del universo, Él desea también ser el Soberano de nuestra vida también! Si ponemos nuestra fe en cualquier otro que no sea Dios, estaremos obstaculizando Su Poder para remover esos obstáculos y eso nos impedirá caminar junto con Él.
Si usted está atravesando por alguna adversidad, ore a Dios para que le dé discernimiento y pregúntese a sí mismo: ¿Es esta situación algo que Dios está usando para atraerme más cerca de Él?
Si Dios le responde que es así, confíe en Su Poder para redirigir su vida a fin de que Él también sea el Señor de su fe.