“ 14 Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.” (Salmos 27:14)
Aprender a ver los obstáculos como oportunidades, requiere tiempo. Traer a la memoria ciertas verdades bíblicas nos puede ayudar en nuestra perspectiva:
Dios siempre está trabajando: Él ha decidido de antemano en Su mente cuál obstáculo remover y cuál dejar en nuestro camino. Para aquellos obstáculos que Él permitirá que enfrentemos tendrá lista ya una salida o los usará para cumplir Su plan en nuestra vida. Lo que Él haya determinado, sucederá sin duda alguna.
Dios requiere nuestra cooperación: Él quiere que nosotros estemos listos y preparados para enfrentar situaciones difíciles. A través de Su Palabra, Él nos revela todo lo que necesitamos saber y también nos equipa para ello: “20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (Hebreos 13:20-21)
Dios está personalmente involucrado: Él quiere desarrollar en nosotros una mayor sensibilidad a Su Presencia. A través de las Escrituras, la oración, y por medio de otros creyentes, podemos percibir con certeza que el Señor está cerca de nosotros.
“Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.” (Isaías 41:13)
Dios nos dará instrucciones claras y precisas: Él no es un Dios de confusión. Ya sea que recibamos Su dirección paso a paso o de una forma total e inmediata, Él nos pide solamente que confiemos en Él, en lugar de en nuestros propios pensamientos.
Enfrentar retos, pruebas y dificultades involucra valor, paciencia, y fe.
El valor para mantenernos firmes ante los obstáculos, decidir caminar paso a paso con Dios, y hacer todo lo que Él nos pida que hagamos. La paciencia es necesaria mientras esperamos a que Él nos equipe y nos revele Su plan. La fe es imprescindible para confiar en Dios sin importar el resultado de nuestro esfuerzo, lucha y espera, ocupándonos únicamente de obedecer Su voz.