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DECISIONES FORZADAS

  • ¿Te has sentido inclinado a tomar decisiones sin medir las consecuencias?
  • ¿De pronto piensas que “debes” hacer algo a como dé lugar?
  • Si eres creyente dices algo como: Señor, no lo he consultado contigo, pero siento que esto es lo que “tengo que hacer”.

“El alma sin ciencia no es buena, Y aquel que se apresura con los pies, peca. La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.”   (Proverbios 19:2-3)

La palabra ciencia se traduce mejor como conocimiento.

La palabra tuerce se traduce también como pervierte.

Esta verdad no solamente se aplica a nuestra vida común sino también en las decisiones y acciones que tomamos respecto de los asuntos de Dios. Esto último es lo que quisiera ahondar.

Primero debemos entender, con base en los versículos anteriores que:

  1. No tener conocimiento de la Palabra de Dios, no es bueno para nuestra alma (ser), pues es en la Biblia donde encontraremos las instrucciones de cómo actuar y qué decidir en cada etapa de nuestra vida.
  2. Al no tener el conocimiento de la voluntad de Dios por medio de conocerle a través de las Escrituras, harán que caigamos en pecado, pues tomaremos decisiones precipitadas y equivocadas, es decir, antes del tiempo de Dios, y muy seguramente en contra de la voluntad de Dios.
  3. Dice un dicho NO bíblico: “Lo que mal empieza, mal termina”. Cuando tomamos decisiones equivocadas, la mayoría de las veces nos aferramos a continuar en esa senda tratando de corregir lo que ya salió mal. A eso la Biblia le llama insensatez que bien puede entenderse como falta de sabiduría.

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.” … “¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia (conocimiento)?”

  1. Como consecuencia final, ya que todo lo que intente le saldrá mal, por más que trate de solucionarlo con sus propias fuerzas y usando solamente su limitada inteligencia y capacidad, culpará a Dios de lo mal que le ha ido.

“El sabio teme y se aparta del mal; Mas el insensato se muestra insolente y confiado.”   (Proverbios 1:7, 22; 14:22)

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.”   (Mateo 7:24-27)

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