Analice con toda sinceridad las razones por las que no le agrada alguna persona o grupo de personas. Cualquier razón implica que usted se ha comparado con ellos. Es decir, en mi análisis pensamos: “yo no haría o diría tal cosa” y por eso no me agrada.
TIPOS DE RAZONAMIENTOS
- Siempre queremos ser mejor que alguien en algo.
- Asumimos que tener más que los demás implica que soy mejor o superior.
- Siempre encontraremos personas que son superiores en algo a nosotros.
- Es más fácil encontrar razones por las que no nos cae bien alguien, que aceptar que no soy como él o ella para no sentirnos mal con nosotros mismos.
- Queremos ser como las personas a quienes admiramos o nos gusta su forma de ser para que, siendo como ellos, nos acepten en su vida.
- Muchas personas “encuentran su posición”, “ubican su lugar en el mundo” por cómo se comparan en relación con el resto de la humanidad.
LECTURAS: (Job 5:2; Proverbios 14:30; Eclesiastés 4:4-8)
CONSECUENCIAS DE NUESTRO EQUIVOCADO RAZONAMIENTO
- Compararnos nos hace sentir descontentos con nosotros mismos. (Eso es pecado)
- El ser humano siempre trata de ser mejor que los demás y vive decepcionado de sí mismo (o se siente menos, o “del montón”, o mediocre o nada especial) en el área específica en la que no supera a nadie.
- Nos sentimos mal con nosotros mismos porque vemos gente que tiene lo que nosotros no tenemos y quisiéramos tener.
OPCIONES: Moldearte al mundo o a Jesús. (Romanos 12:2ª; 1ª de Juan 2:15-17)
REALIDADES
- Nunca lograrás ser igual a “alguien más”
- Nunca tendrás o poseerás “lo que tienen los demás”
- Compararnos con cualquier otra persona nos roba el contentamiento por lo que sí hemos logrado.
- Nunca lograrás ser “tú mismo” si vives comparándote con alguien más.
- Dios te ha dado una carrera que correr y no debes salirte de tu carril.
- A ninguna persona le preocupa, ni le importa, y la mayoría de las veces ni se da cuenta si estás intentando parecerte o ser como él o ella en algún aspecto.
PREGUNTA:
- Qué tal si, por tratar de ser como alguien más, estás dejando de cumplir el propósito de Dios para tu vida?
SOLUCIÓN:
- Compárate contigo mismo al final de cada día por como fuiste el día anterior para saber si estás mejorando y creciendo en cada área de tu vida.
- Si dejas de seguir a los demás, podrás concentrarte en ser la persona que Dios creó para ÉL.
¡No hay ningún beneficio en compararnos con los demás!