“Ahora bien, ¿en quién confías para que te rebeles contra mí?” (Isaías 36:5c)
Rebelarnos contra Dios es simplemente no aceptar Su voluntad porque no tenemos fe en que lo que Él nos manda o permite que suceda en nuestra vida es lo que Él sabe que necesitamos en ese momento.
Y si nos autoevaluamos y sentimos o creemos que hemos hecho todo lo posible por mostrarnos fieles y obedientes a Su Palabra, y las cosas no salen bien, eso también es una indicación de que “confiamos” más en nuestra “sabiduría”, es decir, creemos que Dios se equivoca y que nosotros sabemos lo que es mejor para nuestras vidas.
Veamos como contestaría un verdadero cristiano a esta pregunta: ¿En quién confías o en quién se sustenta tu fe? y si coincidiría con tu respuesta:
Un cristiano respondería: Yo confío en un Dios Trino.
1. Tengo fe en el Padre:
- Creyendo que Él me ha escogido desde antes de la fundación del mundo
- Tengo fe en que Él provee y proveerá siempre para suplir todas mis necesidades
- Sé que me enseñará, me guiará y que también me disciplinará cuando sea necesario
- Que me llevará a mi hogar en Su propia casa donde hay muchas mansiones
2. Tengo fe en el Hijo:
- Porque Jesucristo es Dios mismo
- Él llevará en Sí mismo todos mis pecados por Su propio sacrificio
- Me hará justo con su perfecta justicia
- Es mi intercesor para llevar mis oraciones y peticiones ante el trono de Su Padre
- Será mi Abogado en el gran día de mi juicio, defenderá mi causa y me glorificará
- Tengo fe en Él por lo que ÉL ES, por lo que Él ha hecho, y por lo Él ha prometido hacer aún.
3. Tengo fe en el Espíritu Santo
- Él me purificará de los pecados que moran en mi cuerpo hasta limpiarlos todos
- Tengo fe en que Él controlará mi temperamento
- Subyugará mi voluntad
- Iluminará mi entendimiento
- Controlará mis pasiones
- Me confortará en mis tristezas y tribulaciones
- Me ayudará y me fortalecerá en mis debilidades
- Será luz en mis momentos de oscuridad
- Reinará en mí como mi Rey para santificar mi espíritu, mi alma y me cuerpo y después me tomará a Sí mismo para morar con los santos en luz por siempre.
Un verdadero cristiano pondrá su fe en Aquel cuyo Poder nunca se extingue, su amor nunca mengua, su misericordia nunca cesa, su fidelidad nunca falla, si sabiduría es infinita, y su perfecta bondad nunca disminuye.
Si tu fe tiene estos atributos, encontrarás y disfrutarás la verdadera paz ahora, y el gozo de la gloria después, y el fundamento de tu fe nunca será removido.