LAS RAZONES POR LAS QUE SERVIMOS

23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”   (Colosenses 3:23-24)

En Su Palabra, Dios nos ordena servir a los demás: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.”   (Gálatas 5:13)   Sin embargo, en nuestra vida encontraremos algunas personas difíciles de sobrellevar, que harán que este mandato sea un verdadero reto.

Pero, si entendemos la definición bíblica de “servicio” nos ayudará a obedecer esta instrucción del Señor, sin importar quién sea la persona que se cruce en nuestro camino. Y la razón es que es Dios Aquel a Quien servimos, no a las personas.

Cuando tenemos esta motivación dirigiendo todo lo que hacemos, impactará la calidad de nuestro trabajo y evitará que nos desmotivemos. Entonces, cualquiera que sea nuestra tarea o responsabilidad (liderar una empresa, enseñar a los niños o jóvenes, e incluso hacer algo que nos parezca desagradable) si nuestro objetivo es glorificar a Dios, siempre haremos todo lo mejor posible, en Sus fuerzas. Y además confiamos en que Él nos usará para sus propósitos, aún y cuando nuestro trabajo parezca sin fruto ante los ojos de aquellos a quienes estamos sirviendo.

Puede ser que, en este momento, sientas que tu trabajo no es relevante, o que es demasiada carga, o quizá incluso estés haciendo algo que no te agrada realmente, pero, nada de eso tendrá importancia si entiendes que es a Dios a Quien sirves.

A quien quiera que Dios nos llame a servir y cualquier cosa que Él nos pida hacer, podemos obedecerle con un corazón lleno de gozo, si en verdad, todo lo que hacemos, lo hacemos para nuestro Señor Jesús.

Si esa es nuestra verdadera motivación, no necesitaremos que nadie más apruebe, agradezca, ni reconozca nuestra labor. Lo único que necesitamos saber, es que Dios está satisfecho y que Él se agrada de lo que hago; y además de ello, tenemos Su promesa, y con ello, la certeza, de que en la eternidad, nos gozaremos al recibir las recompensas que Él ha prometido a quienes le sirvan de todo su corazón.

18 El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.”   (Proverbios 11:18)

Print your tickets