“2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: 3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. 7 Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.” (1ª de Reyes 17:2-7)
En Isaías 55:8 Dios dijo: “8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.” Y, de hecho, una de las más grandes frustraciones en la vida del cristiano viene de la falta de entendimiento de la forma en que Dios trabaja. Hay momentos en nuestra vida en los que nos vendría bien un milagro, pero Dios no resuelve nuestros problemas de la forma en que nosotros pensamos que Él actúa. El no poder lograr nuestras expectativas nos llevan a la confusión, decepción, tristeza e incluso enojo. Llegamos a pensar: “Acaso Dios me ha abandonado?”
Algunas personas no creen que Dios hace milagros, mientras otros están convencidos de que si no ven un milagro cada día de sus vidas, será porque su fe les está fallando o porque algo no están haciendo bien. Ninguna de las posiciones anteriores es verdad. Necesitamos encontrar una perspectiva balanceada en este aspecto, la cuál encontramos obviamente, solamente en la biblia.
Dios trabaja tanto de forma natural como sobrenatural, y únicamente Él Quien determina el método adecuado o necesario. Elías fue alimentado de forma milagrosa por los cuervos, pero la fuente del agua del arroyo era completamente natural. Cuando el agua se terminó por la sequía, el Señor pudo haber hecho brotar más agua del subsuelo, si así lo hubiera querido, pero no fue así.
Algunas veces Dios usa medios naturales para movernos hacia cierta dirección o para tomar otra decisión. Al cortarle el suministro de agua a Elías abrió la puerta para su siguiente misión. Cuando el Señor interviene milagrosamente en su vida y de pronto detiene Su provisión o guía, es porque Él tiene un nuevo plan y propósito para su vida.
Poder notar las obras milagrosas de Dios es sencillo. Pero debemos comprender y aceptar que Él está también totalmente involucrado en los aspectos naturales de cada día de nuestra vida, así como lo está en lo eventos sobrenaturales. NADA escapa a Su control.
Trate de distinguir las huellas de Su actuar en sus actividades diarias. Él está ahí. No lo dude ni por un instante. Abrirá y cerrará puertas, detendrá o iniciará nuevos caminos, quitará algunas oportunidades solamente para empezar otras mejores.