“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.”   (1ª de Juan 3:1)

Uno de los más devastadores fracasos que un cristiano puede experimentar es su inhabilidad para aceptar, recibir, acogerse al amor puro de Dios. Pero: Qué impide a un creyente de aceptar tan grande y maravillosa bendición?

• Nuestras relaciones con otras personas. Irónicamente, la forma en que nosotros amamos a los demás puede distorsionar cómo percibimos el amor del Padre celestial. Como personas imperfectas que somos, el amor que procuramos a otras personas es imperfecto. Nuestras respuestas condicionadas con base a lo que recibimos, los motivos equivocados, y nuestros altas y bajas emocionales, corrompen nuestro entendimiento del amor puro de Dios.
• La culpa. El remordimiento por un comportamiento pecaminoso puede sutilmente convencernos de que nos somos merecedores del amor de Dios. Esta es una trampa del diablo. Tenemos la certeza en las Escrituras de que nuestro Padre nos ama, a pesar de nuestras acciones.
• El legalismo. Muchas personas ven la Biblia simplemente como un libro de reglas o normas morales, una lista de lo que debemos o no debemos hacer. Si basas tu visión del amor divino en tu capacidad para obedecer cada precepto bíblico, estás condenado al fracaso. Dios nos dio Su Palabra para iluminarnos, instruirnos y guiarnos, no como una medida que Dios usa para decidir otorgarnos o no Su amor.
• La mala interpretación de la disciplina divina. No se equivoque, por supuesto que Dios disciplina a Sus hijos cuando alguno se desvía de Su Camino. Sin embargo, Él es un Padre que merece nuestra absoluta confianza; Su disciplina y Su amor están íntimamente relacionados. (Hebreos 12:5-6) Él corrige nuestro comportamiento cuando es necesario para nuestro propio beneficio, no en forma de castigo. Jesús ya pagó el precio de todos nuestros pecados; Dios no nos hará pagar otra vez por un pecado que Él ya perdonó.

Hay algo en su vida que le impide experimentar el gozo y la llenura del amor incondicional de Dios? Desista de ello!

Deje sus obstáculos a Sus pies en oración HOY, y reciba la asombrosa gracia y paz que Él nos ofrece gratuitamente…