“⁸ Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”             (Salmos 138:8)

¿Cómo puedo conocer y estar seguro de cuál es el propósito por el cual Dios me creó?

Nuestro Padre Celestial, en Su infinita Sabiduría y Omnisciencia crea a cada ser humano con capacidades y habilidades específicas, tanto físicas como mentales y luego cada persona en el transcurso de su vida, adquiere conocimientos que también servirán para que Dios pueda cumplir el propósito para el cuál fue creado. Y, si la persona acepta y confiesa a Jesús como el Señor de su vida y decide seguirlo y obedecerlo, entonces Dios, además de sus capacidades y habilidades, le da a través de Su Santo Espíritu el don o los dones espirituales para que pueda continuar el ministerio de Cristo y cumplir así Sus propósitos en cada uno de Sus hijos.

“⁶ De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; ⁷ o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; ⁸ el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.”   (Romanos 12:6-8)

“⁴ Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. ⁵ Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. ⁶ Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. … ¹¹ Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”   (1ª a Corintios 12:4-6, 11)

Por medio de este pasaje entendemos que muchos cristianos podemos ser dotados con el mismo don, PERO nuestro ministerio puede ser diferente en cuanto a la forma, el tiempo y el lugar en que seremos usados para ejercer ese don, y el propósito de Dios en todo ello, no será el mismo siempre.

Es claro que nuestro Creador tiene un plan perfectamente definido para cada creyente pero, cabe la pregunta, quién puede retardar o impedir que Dios cumpla Su propósito en mí? YO. (No podemos culpar a satanás, ni a otro ser humano, ni a nuestras circunstancias. Usted y yo somos lo que somos y estamos como estamos como resultado de nuestras decisiones)

En conclusión: soy yo quien impide a Dios cumplir Sus propósitos en mí.

Si decido vivir mi vida como yo quiera, si me dedico a “cumplir mis sueños”, a lograr mis objetivos, incluso si intento ir al cielo por mis propias obras, sin considerar cuál es la voluntad de Dios, estoy impidiendo que Él cumpla Su propósito en mi vida.

“²⁴ Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. ²⁵ Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”   (Mateo 16:24-25)

“¹⁰ Porque cualquiera que guardaré toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.”    {Santiago 2:10}

¿Qué debo hacer para que Dios pueda cumplir Sus propósitos en mí?

Aceptar y confesar a Jesús como mi Dios, Rey, Señor y Salvador.“Esta es la palabra de fe que predicamos: ⁹ que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. ¹⁰ Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 12:8-10)

Estudiar Su Palabra para conocerlo a Él y entender cuál es Su voluntad.

“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.”   (Salmos 40:8)

“Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad.” (Salmos 119:35)

“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” (Salmos 143:10)

• • Buscar a Dios constantemente asistiendo al templo para escuchar Su voz.
  • Descubrir cuál o cuáles son mis dones. (1ª a Corintios 12:4-6)
  • Entender cuál es el ministerio al que Dios me ha llamado. (1ª a Corintios 12:4-6)
  • Permitir al Espíritu Santo cumplir Su propósito en mi vida. (1ª a Corintios 12:4-6)

CONCLUSIÓN

No ha usted recibido y creído en Jesús como su Salvador? De ser así, usted es quien está impidiendo que Él pueda cumplir Sus propósitos en su vida.

“¹² Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” (Juan 1:12)

Es usted cristiano pero sigue viviendo su vida sin considerar a Dios en sus planes, sus decisiones, sus acciones? De ser así, usted es quien está impidiendo que Él pueda cumplir Sus propósitos en su vida.

Está usted “intentando” seguir y servir a Cristo pero aún no le ha cedido el control, el Señorío, sobre algún área de su vida? De ser así, usted es quien está impidiendo que Él pueda cumplir Sus propósitos en su vida.

Sabe cuál es su don y su ministerio pero no los está ejerciendo? De ser así, usted es quien está impidiendo que Él pueda cumplir Sus propósitos en su vida.

“⁷ Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. ⁸ Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, ⁹ y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; ¹⁰ a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, ¹¹ si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. ¹² No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. ¹³ Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, ¹⁴ prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”   (Filipenses 3:7-14)