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Este mensaje es para alertarnos acerca de situaciones que pueden estar distrayendo nuestra atención de lo que es verdaderamente importante. Escucho a algunos creyentes hablar de temas que incluso les causan temor y no dejan de pensar y de hablar de ellos al grado de olvidar la razón principal por la que Dios nos ha hecho Sus hijos, esto es, para continuar con el ministerio que empezó nuestro Señor Jesús.
Nos preocupamos por LO QUE NO PODEMOS CAMBIAR en vez de ocuparnos en LO QUE SÍ PODEMOS CAMBIAR.
La Palabra de Dios nos exhorta a evitar que le dediquemos nuestra atención y nuestro tiempo a aquello que no podemos cambiar:
- LA MALDAD HUMANA
En toda la historia de la humanidad ha quedado registrado el hecho inevitable de que no podemos llevarnos bien entre nosotros todo el tiempo. Revoluciones, guerras, racismo, violencia, discriminación. No sólo entre los pueblos o naciones, o entre razas, sino hasta al interior de nuestra propia familia.
“5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” (Génesis 6:5)
“1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” (Salmos 14:1-3)
“21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:21-24)
- EL SUFRIMIENTO O LAS ENFERMEDADES
No ha existido ni existirá una sola persona que no haya tenido algún problema, pena o dolor o enfermedad en su vida. (Job, José, Jeremías, Daniel, Pablo, Jesús)
“33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)
“35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” (Romanos 8:35)
- LA POBREZA
Jesús les advirtió a sus discípulos que siempre habría gente pobre en el mundo.
11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; …” (Deuteronomio 15:11)
“7 Siempre tendréis a los pobres con vosotros, …” (Marcos 14:7a)
- LA MUERTE FÍSICA
La brevedad de la vida está explicada en varios pasajes del libro de Eclesiastés.
“8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; …” (Eclesiastés 8:8)
“5 Ciertamente sus días están determinados, Y el número de sus meses está cerca de ti; Le pusiste límites, de los cuales no pasará.” (Job 14:5)
LO QUE SÍ PODEMOS CAMBIAR, mediante la intervención del Espíritu Santo, debiera ser lo que ocupe nuestra mente, lo que forme parte de nuestras conversaciones y a lo que le dediquemos el mayor tiempo posible: EL DESTINO ETERNO DE LAS ALMAS
Todo ser humano después de morir, en el final de los tiempos, tendrá que comparecer ante el Único Juez Justo, Jesús, Quien vivió como ser humano para padecer como tal y así poder comprender y juzgar al resto de la humanidad.
“27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, …” (Hebreos 9:27)
Según la biblia solamente existen dos destinos para las almas:
- El destino eterno de los creyentes:
“10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” (2ª a Corintios 5:10)
- El destino eterno de los no creyentes:
“31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo … 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. … 46 E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” (Mateo 25:31-34, 41-46)
CONCLUSIÓN
Hay algo, cualquier cosa, sobre lo que el ser humano tenga control absoluto? El tiempo, la naturaleza, las circunstancias, a otras personas, su mente, sus planes, su forma de pensar, su tiempo de vida? NO!
Así que, LO QUE NO PODEMOS CAMBIAR, NO debe ocupar nuestros pensamientos ni debe regir nuestras acciones. Cuando nos preocupamos por cualquiera de estas cosas, nos negamos a aceptar y obedecer la voluntad de nuestro Omnisciente y Omnipotente Dios, Quien tiene el control absoluto sobre toda Su creación…
A qué deberíamos dedicar nuestros conocimientos, habilidades, tiempo y vida?
“12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Filipenses 2:12-13)
¿Qué es lo que más frecuentemente escucha cada día y qué temas ocupan más tiempo en sus conversaciones?
- Si alguien quiere hablar acerca de la maldad en el mundo, aproveche usted la oportunidad para hablarle de la Bondad de Jesús.
- Si alguien quiere hablar acerca de los sufrimientos y enfermedades, aproveche usted la oportunidad para hablarle de por qué Dios lo permite.
- Si alguien quiere hablar acerca de la pobreza que hay en el mundo, aproveche la oportunidad para hablarle de la certeza que usted tiene en las promesas de Jesús de que a Sus hermanos nada les faltará, nunca.
- Si alguien quiere hablar acerca de la muerte, aproveche usted la oportunidad para hablarle de la vida eterna que usted ya tiene y que Jesús le ofrece gratuitamente.
- Si alguien quiere hablar acerca de su destino eterno, dígale que usted irá al cielo, sin duda alguna, e invítelo a tener esa misma seguridad.
Si usted es creyente, la decisión más importante y transcendente que debe tomar es: ¿Dedicaré mi tiempo a servir a mi Señor (ministerio) o a seguir al mundo?
Si usted no es creyente, permítame compartir este último versículo:
“17 Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios.” (Salmos 9-17)
La decisión más importante y transcendente que debe tomar es: Comparecerá ante el tribunal de Cristo para estar con Él por la eternidad? O será lanzado al lago de fuego que nunca se apagará?