La advertencia de Jesús a toda la humanidad, creyentes o no creyentes, es que TODO lo que Él dijo y profetizó se cumplirá palabra por palabra, sin faltar una sola de ellas. No importa si las personas lo creen o no, de todos modos se cumplirá. Esta verdad ha sido demostrada a través de la historia de la humanidad (1,400 años a.C.)

“⁴³ De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella. ⁴⁴ Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos. ⁴⁵ No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.”   (Josué 21:43-45)

“¹⁴ Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas. ¹⁵ Pero así como ha venido sobre vosotros toda palabra buena que Jehová vuestro Dios os había dicho, también traerá Jehová sobre vosotros toda palabra mala, hasta destruiros de sobre la buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado, ¹⁶ si traspasareis el pacto de Jehová vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honrando a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Entonces la ira de Jehová se encenderá contra vosotros, y pereceréis prontamente de esta buena tierra que él os ha dado.”   (Josué 23:14-16)

Antes de presentar el mensaje es muy importante aclarar que Dios jamás ha dependido ni dependerá de nadie ni de nada para cumplir Sus propósitos. Él Es Dios, Es Auto existente, Eterno, Supremo, Soberano sobre toda Su Creación, Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente, Inmutable.

El pasaje central es breve y concreto. Contiene una profecía que se cumplirá al final de los tiempos y también una clara advertencia: “³⁵ El cielo y la tierra pasarán, (i.e. perecerán, dejarán de ser o existir) pero mis palabras no pasarán.”   (Mateo 24:35)

La palabra: “cielo” se refiere al universo. (i.e. Los dos primeros “cielos”) (Génesis 1:1)

La palabra: “tierra” se refiere al planeta en que vivimos. (Génesis 2:1)

Y TODO ello desaparecerá, dejará de existir precisamente cuando Dios así lo decida. Y nadie podrá evitarlo. Hay varios pasajes que describen esta profecía pero solo estudiaremos dos de ellos:

“⁶ Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá.”   (Isaías 51:6)

“⁵ Estos (los burladores, no creyentes, ateos, falsos cristianos) ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, ⁶ por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; ⁷ pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. ⁸ Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. ⁹ El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. ¹⁰ Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. ¹¹ Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, ¹² esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! ¹³ Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”   (2ª de Pedro 3:5-13)

Ahora, con esto en mente y para dar realce a la profecía y a la advertencia de Jesús, analicemos las siguientes verdades:

•  DIOS NO CAMBIA. Por lo tanto, no va a cambiar de opinión acerca de hacer desaparecer los cielos y la tierra.

“¹⁷ Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”   (Santiago 1:17)

“¹⁰ Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. ¹¹ Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, ¹² Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.”   (Hebreos 1:10-12)

“⁸ Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”   (Hebreos 13:8)

• LA BIBLIA NO CAMBIA. Como no puede volver a escribirse, lo que leemos hoy es lo que ha sucedido y sucederá, tal y como ha sido escrito.

“⁸⁹ Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos. ⁹⁰ De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste.”   (Salmos 119:89-90)

“⁸ Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.”   (Isaías 40:8)

“²² Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; ²³ siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. ²⁴ Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; ²⁵ Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.”      (1ª de Pedro 1:22-25)

“¹⁸ Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.”   (Mateo 5:18; Lucas 16:17)

“⁴⁷ Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. ⁴⁸ El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.”   (Juan 12:47-48)

 EL MEDIO DE SALVACIÓN NO CAMBIA. Dios planeó, preparó y estableció UN medio único para llegar al cielo, a Su Presencia:

“¹¹ Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. ¹² Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”   (Hechos 4:11-12)

“⁶ Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”   (Juan 14:6)

“³ Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, ⁴ el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. ⁵ Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, ⁶ el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.”   (1ª a Timoteo 2:3-6)

“¹⁰ El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. ¹¹ Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. ¹² El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.”   (1ª de Juan 5:10-12)

 CONCLUSIÓN

 Como es ciertísimo que Dios no cambia, ni su Palabra cambiará ni dejará de cumplirse tal y como fue escrita, ni Su oferta de salvación puede ser cambiada, entonces solo queda una conclusión: Si quieres gozar de la vida eterna en Su Bendita Presencia antes de que perezcan los cielos y la tierra…

 EL QUE DEBE CAMBIAR, ERES TÚ

 No dudes de Dios, no dudes de Su Palabra y no dudes de aceptar su invitación para recibir la vida eterna.